Amaranto: beneficios y usos en la agricultura

Amaranto

El mundo de las semillas y los cereales es extremadamente amplio y estos alimentos tienen una gran cantidad de variedades dependiendo de la zona geográfica de la que hablemos. Aunque en la zona mediterránea solemos pensar en el trigo, la cebada o el arroz, existen muchos más de los que nos podemos beneficiar gracias a todas sus propiedades. Uno de ellos, y el protagonista de nuestro artículo de hoy, es el amaranto.

 

Este pseudocereal, nativo de México y de Centroamérica, es uno de los cultivos más antiguos de la historia de la humanidad y gran poseedor de propiedades nutricionales. Su valor es tal que se ha conseguido hacerse un hueco en las dietas de todo el mundo, fusionándose con las gastronomías locales. ¿No lo conoces? Hoy te lo presentamos.

 

¿Qué es el amaranto?

 

El amaranto es una planta increíblemente resistente y capaz de soportar altas temperaturas dado su lugar de origen. Su nombre proviene del griego amarantus, que significa ‘flor que nunca se marchita’. Se tienen registros de casi 70 especies de amaranto, más de la mitad de ellas nativas del continente americano. De hecho, la relación de este alimento con Mesoamérica es estrecha, ya que forma parte tanto de su gastronomía como de su cultura. El amaranto se empleaba en las religiones de la zona y formaba parte de sus rituales.

 

Si hablamos de la planta podemos afirmar que se aprovecha todo, desde los pétalos hasta los tallos y las semillas. Sin embargo, es este último elemento el que se ha hecho más famoso a nivel mundial. De todos los tipos de amaranto, se cultivan específicamente 3 para obtener las semillas. Estos son Amaranthus hypochondriacus, Amaranthus cruentus (originarias de México y Guatemala) y Amaranthus caudatus (originaria de los Andes del Perú). Esta última también es apreciada en Asia y África por sus hojas, que se han convertido en una verdura muy popular.

 

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) considera que esta semilla tiene una gran relevancia para la humanidad y para la mejora del medio ambiente y de la agricultura. Su capacidad para crecer en condiciones adversas, su rápido crecimiento y su alto valor nutritivo la convierten en una alternativa muy prometedora dada la escasez de agua que está sufriendo el planeta y el cambio climático al que lo hemos abocado.

 

La planta como tal, además, cree muy rápidamente y no es muy alta, ya que su altura media puede llegar a los 50 cm – 1 metro. Sus flores son inflorescencias espigadas largas y pueden tener tonalidades amarillas, anaranjadas, tostadas o incluso púrpuras. Las semilla, por su parte, son muy pequeñas y redondas. Tienen un gran parecido con la quinoa y su popularidad actual es tal que podemos encontrarlo en prácticamente cualquier herboristería, donde en muchas ocasiones también la venden como harina.

 

Origen y propagación

 

Para encontrar los primeros rastros del amaranto debemos recurrir a la arqueología. Los estudios sitúan una variedad de esta semilla en el norte de Argentina hace más de 8000 años. En México hay evidencia de su domesticación desde hace 4000 años.

 

El amaranto aparece incluso en el Códice Florentino, una recopilación del siglo XVI realizada por el fraile Bernardino de Sahagún sobre los pueblos nativos mesoamericanos. En este se describe la elaboración de tzoalli, una masa a base de amaranto y miel. Según Mariana Castillo, periodista gastronómica mexicana, esta masa se utilizaba para crear los ixiptla, figuras de dioses que se consumían en un acto simbólico.

 

La planta y sus semillas llegaron a Europa en el siglo XVI, pero no como alimento, sino como planta ornamental. En Asia se introdujo como cultivo en el siglo XVIII y en la actualidad su consumo se ha extendido con creces por muchas regiones, que aprecian sus propiedades y beneficios. De ellos vamos a hablar justo ahora.

 

Propiedades

 

La popularidad del amaranto está más que justificada si le echamos un vistazo a todas las propiedades con las que puede beneficiar a nuestro organismo. De hecho, su consumo forma parte de una dieta equilibrado gracias, entre otras cosas, a su aporte de minerales y vitaminas, además de favorecer tanto el rendimiento físico como el anímico. Veamos sus beneficios más en detalle:

 

Antienvejecimiento

 

Nuestro organismo puede verse afectado por el estrés oxidativo. Este fenómeno se produce cuando las células liberan radicales libres como parte de sus procesos fisiológicos diarios. Si su concentración supera la de los antioxidantes aparece el estrés oxidativo, lo cual deriva en daños tisulares a largo plazo. Una dieta rica en antioxidantes, como la que incluye amaranto, ayuda a mantener el equilibrio y la salud celular.

 

Apto para celíacos

 

El amaranto no contiene gluten, por lo que es una de las mejores alternativas al trigo. Puede encima emplearse de manera similar al trigo, además de proporcionar una fuente de energía saludable tanto para celíacos como para intolerantes al gluten.

 

Aliado contra la diabetes

 

Otra de sus propiedades y, al mismo tiempo, beneficios, es que contiene un bajo índice glucémico. Dependiendo de la variedad que escojamos estamos hablando de un índice de entre 28 y 35. Comparándolo con los 50 del trigo o los 70 del arroz blanco el amaranto es una alternativa muy saludable para las personas diabéticas y para prevenir enfermedades, como la diabetes tipo II.

 

Cuidado de la salud femenina

 

Es un hecho científico que las mujeres tienen unas necesidades nutricionales específicas durante períodos concretos de su vida. Si eligen quedarse embarazadas necesitan de una mayor cantidad de calcio, hierro, ácido fólico y proteínas. El amaranto puede, siendo un solo alimentos, proporcionar todos ellos, por lo que suele recomendarse su consumo no solamente en el embarazo, sino en cualquier etapa de su desarrollo.

 

Saciedad

 

El amaranto es rico en fibra y proteínas, teniendo ambos elementos la capacidad de saciar el apetito. Con su consumo también podemos regular el hambre y mantener la saciedad por más tiempo, lo cual es útil en dietas para perder peso.

 

Sistema cardiovascular

 

Esta semilla contiene grasas saludables, entre las que podemos destacar las grasas monoinsaturadas que ayudan a reducir el colesterol LDL, relacionado con enfermedades cardiovasculares. Además de este tipo también podemos encontrar en el amaranto grasas poliinsaturadas, de grandes efectos antiinflamatorios y que ayudan a regular el metabolismo de los lípidos.

 

Fortalece los huesos

 

Como hemos comentado arriba, este cereal es rico en calcio, fósforo y magnesio, elementos esenciales para la salud ósea. Mientras que el equilibrio entre calcio y fósforo ayuda en la formación de huesos, el magnesio asegura la correcta asimilación del calcio tanto en huesos como en dientes.

 

Estado anímico

 

En triptófano, el aminoácido precursor de la serotonina que esta semilla contiene, es el neurotransmisor del bienestar. No han habido estudios a día de hoy que hayan especificado la cantidad de triptófano que se convierte en serotonina cuando se ingiere a través de los alimentos, pero consumir aquellos ricos en este aminoácido ayuda a mantener un buen estado anímico. Con aproximadamente 3 g de triptófano por cada 100 g, el amaranto puede contribuir al bienestar anímico y general.

 

Fuente vegetal de proteínas

 

El alto contenido en proteínas y minerales del amaranto lo convierten en un alimento básico en dietas veganas y vegetarianas, que requieren fuentes vegetales de proteínas de calidad. Se recomienda combinar el amaranto con maíz, trigo o arroz para obtener una proteína completa y maximizar los beneficios nutricionales de los pseudocereales junto a los cereales.

 

Valores nutricionales

 

Además de todas las propiedades que acabamos de mencionar, el amaranto posee ciertos valores nutricionales muy positivos que pueden ayudarnos a regular nuestro cuerpo o en dietas específicas. Su alto valor nutricional se debe a que proporciona aminoácidos esenciales en proporciones óptimas para una mejor asimilación. Además, es rico en oligoelementos y minerales, lo que lo convierte en un gran reconstituyente. Su aporte de calcio supera al de cualquier otro cereal y también proporciona magnesio.

 

Su alto contenido en fibra, alrededor del 6,7%, supera al de otros cereales y contribuye a la motilidad intestinal y al cuidado de la flora intestinal. Si a este hecho le sumamos que este cereal tiene la capacidad regular los niveles de colesterol en sangre y que posee escualeno, sus valores nutricionales no hacen más que aumentar. Este último elemento es precisamente de los más importantes, ya que es una grasa antioxidante que ejerce un efecto protector sobre el intestino, el sistema circulatorio y la piel. Normalmente se obtenía del hígado de tiburón, pero el amaranto se ha convertido en la primera opción para obtenerlo gracias a sus muchos beneficios.

 

La facilidad de esta planta para crecer y desarrollarse en prácticamente cualquier ambiente, sumada a sus propiedades, la convierten en una opción sana, ecológica y ética para nuestra dieta. En Conca de la Tordera, como cooperativa, siempre apreciamos alternativas de este tipo porque encajan con nuestros valores. Nuestra misión es promover la agricultura sostenible y ofrecer productos de calidad que respeten la tradición y el medio ambiente.

 

Por eso nuestros productos se cuidan con mimo por agricultores de la zona, que siguen la filosofía del kilómetro 0 y cuya misión es acercar el campo a la mesa. Si quieres saber más sobre nuestra cooperativa solamente tienes que ponerte en contacto con nuestro equipo, que te derivará a uno de nuestros agricultores si hiciese falta y atenderá todas tus dudas.

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.