La lechuga Romana es una variedad de lechuga conocida por su forma alargada y sus hojas crujientes.
Se caracteriza por sus hojas largas y estrechas que se agrupan en una cabeza compacta. Las hojas tienen un sabor suave y una textura crujiente, lo que la hace ideal para ensaladas y otras preparaciones culinarias.
Esta variedad de lechuga se utiliza en diferentes preparaciones culinarias. Se puede picar y utilizar como base para ensaladas, así como en sándwiches y wraps. También se usa para hacer «wraps» naturales, donde las hojas de lechuga se utilizan para envolver ingredientes como carne o verduras. La textura crujiente y el sabor suave de la Lechuga Romana la convierten en un ingrediente versátil en la cocina.
INFORMACIÓN NUTRICIONAL
La Lechuga Romana es rica en nutrientes esenciales. Contiene vitaminas como la vitamina K, vitamina A y vitamina C. También aporta minerales como el calcio y el potasio. Dado su alto contenido de agua y su bajo aporte calórico, es una opción refrescante y saludable.
TEMPORADA DE CULTIVO
La temporada de cultivo y consumo de la Lechuga Romana varía según el clima y la región. Generalmente, se encuentra disponible durante los meses más frescos del año, como la primavera y el verano.